Gerónimo “Patrulla” Barbadillo

Estándar

El cabello amplificado por la escaramuza de sus hebras entretejidas esculpe, cual geometría descriptiva, una esférica cabeza, es la estampa encrespada del moreno que galopa en la cancha. En sus trancos impredecibles, de embestidas vertiginosas, esconde el balón para avanzar incontenible al área contraria. Vierte relajado en el césped erizado su alegre y armoniosa quimba de ritmo indescifrable. Talento puro heredado de su emblemático padre, don “Willy”.

Gerónimo, Patrulla, Barbadillo, el “Jerry”, desborda todo lo que le sale al paso, ciñe el balón a sus botas de cuero con la picardía del clásico alero derecho que despliega velocidad, gambeta y amague recreándose como un niño en el patio del colegio. En las gradas los murmullos se entremezclan incesantes para entonar atragantados las interjecciones que expresan álgida admiración. Despistados los defensores contrarios le allanan tramos del estrecho verde que lo llevará a su destino final de vencedor.

El querido Sport Boys del Callao, lo presenta de rosado en sociedad. De tránsito efímero y victorioso en el futbol peruano, recala en México, donde su versada habilidad lo encumbra para siempre en la gloria que soñó de niño; se hace un tigre de inmortal rugido, enmarcando el dorsal número 7 en el corazón de los felinos regiomontanos. Luego emprende con su fútbol a un nuevo destino, Italia con brillo.

Vestido con la divisa blanquirroja conquista la Copa América 75 y es esencial en el esplendor de fútbol mágico que clasifica a Perú al mundial España 82. Su tímido hablar muta con el regate, su excelso diálogo con el balón sacude el garbo vocablo de silabas que doman el lenguaje para romper cinturas y desmenuzar la espléndida maniobra que allana los caminos para habilitar el centro que, aéreo, encontrará con precisión matemática al compañero del remate final. Amigo del gol y del área, el tiempo le ha reservado la gloria con que el fútbol signó a su estirpe.

San Salvador, 25 de mayo de 2023